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jueves, 17 de marzo de 2022

Una sombra en mi ojo (Skyggen i mit øje)

 


Dinamarca, marzo de 1945. Mientras la guerra está próxima a su fin, las actividades de la Gestapo contra la resistencia danesa amenazan con desarticularla, motivo por el que los daneses solicitan a la RAF el bombardeo del Cuartel General de la Gestapo en Copenhague. Paralelamente, se nos cuenta la historia de Henry, un niño que ha perdido el habla, traumatizado tras contemplar el ametrallamiento por error de tres mujeres por un bombardero de la RAF, que es enviado a Copenhague junto a su prima Rigmar; y la de la hermana Teresa (Fanny Bornedal), una joven monja profesora de un colegio religioso que vive una intensa crisis de fe causada por los horrores de la guerra.

Una sombra en mi Ojo es una reciente producción danesa que reconstruye los hechos históricos relativos a la denominada “Operación Cartago”, llevada a cabo por la RAF en marzo de 1945. El objetivo de dicha operación era el de bombardear el edificio que servía como cuartel general de la Gestapo en Copenhague, situado en el edificio Shell, para destruir los archivos sobre la resistencia e intentar facilitar la huida de algunos de los prisioneros que permanecían encerrados en dicho edificio. La misión fue un éxito sólo parcial ya que, pese a que el edificio Shell resultó muy dañado por las bombas británicas, también se bombardeó por error una escuela católica francesa cercana, lo cual provocó la muerte de 125 civiles, incluidos 86 niños.

Estos hechos históricos son los que sirven de base a esta película, realizada por el director danes Ole Bornedal, quien también firma el guión de la misma. El tema principal de la narración gira en torno a los horrores de la guerra y las denominadas “víctimas colaterales” de todo conflicto bélico. En ese sentido, se puede decir que el mensaje antibélico de la película realmente llega al espectador, a través de una historia contada con eficiencia y de evidente calado humano, que tiene además la virtud de no caer en excesos melodramáticos. No obstante, la película no llega a ser del todo redonda por varios factores. En primer lugar, el desarrollo de los distintos personajes que se introducen en la historia resulta claramente insuficiente, por esquemático, y también se echa en falta una mayor profundidad en los diálogos. Por otro lado, las distintas subtramas que se desarrollan en la narración, y en especial la de la joven monja y su extraña relación con el policía colaboracionista, no añaden nada de interés a la historia, por lo que en conjunto, da la sensación de que las distintas piezas del guion no terminan de estar bien encajadas, en otro caso seguramente habríamos estado ante una película memorable. Los aspectos técnicos y ambientación de la película sí rayan a muy buen nivel, y en especial me gustaron las secuencias del bombardeo del edificio Shell, muy bien recreadas en pantalla, con notable virtuosismo técnico.

En el apartado interpretativo, hay que decir que los actores, en especial los más jóvenes, están bastante correctos en sus respectivos papeles, si bien no puede decirse que ninguno destaque especialmente en su interpretación, principalmente debido a las limitaciones del guión que mencionaba antes.

En conclusión, “Una sombra en mi ojo” es una más que correcta producción europea hecha con bastante oficio y que cuenta una historia sobre el horror de la guerra para las víctimas civiles que se sigue con apreciable interés, aunque se queda algo coja en el aspecto narrativo. En cualquier caso se trata de un título que desde luego merece al menos un visionado.

Calificación: 6/10

martes, 8 de marzo de 2022

Munich en visperas de una Guerra (Munich, the edge of War)

 

Munich, en vísperas de una Guerra (2021)

Verano de 1938. Debido a las ambiciones de Hitler sobre la region checoslavaca de los Sudetes, Europa se encuentra al borde de la guerra. En este contexto, el primer ministro británico Neville Chamberlain (Jeremy Irons) busca llegar a un acuerdo con el canciller alemán para evitar la contienda, siendo convocada la Conferencia de Munich. Paralelamente, el joven funcionario Hugh Legat (George McKay) es enviado junto a la delegación de Chamberlain a Munich, para encontrarse con el diplomático alemán Paul von Hartmann (Jannis Niehwöhner), su ex compañero de clase en Oxford, quien ha comunicado al servicio secreto británico que posee un importante documento en relación a los verdaderos planes de Hitler.

Munich, en vísperas de una guerra es una muy reciente producción británica para la plataforma Netflix que recrea, como su titulo indica, los hechos históricos que rodearon la Conferencia de Munich, celebrada entre los mandatarios de Alemania, Italia, Francia y Reino Unido en Septiembre de 1938.  Como ocurre con casi todas las producciones británicas, lo más positivo del film es la sobresaliente ambientación y recreación de los escenarios de la época, que logra sumergir de lleno al espectador en el ambiente de la famosa Conferencia. Ese aspecto, unido a la excelente caracterización física de Jeremy Irons como Neville Chamberlain, condensan las mejores cualidades de la película (si bien la caracterización de Hitler deja mucho que desear). Por desgracia, el apartado narrativo no raya al mismo nivel que el artístico.

En ese sentido, hay que decir que los elementos de Thriller que se intentan introducir en la historia con la trama de espionaje que protagonizan los personajes de Legat y Von Hartmann resulta más bien forzados y no le añaden excesivo interés a la historia. Y esa falta de cohesión entre la parte histórica y la de suspense realmente es algo que lastra bastante el desarrollo de la trama, cuyo ritmo, si bien no lento, sí que resulta irregular. Otro aspecto que no me terminó de convencer (histórico en este caso) es que se hace un intento bastante evidente de justificar la política de apaciguamiento de Chamberlain frente a Hitler en 1938, alegando que gracias a esa política se ganó tiempo para enfrentarse a Alemanía en 1939. Básicamente esto es falso, ya que muy probablemente Hitler habría sido depuesto por un golpe de Estado de haberse declarado la guerra en 1938. 

En el apartado interpretativo, el que mas sobresale sin duda es Jeremy Irons encarnando a un muy creíble Chamberlain, siendo su interpretación el elemento más destacable del film. El resto del reparto cumple sin excesivos alardes en sus respectivos roles, sin que las limitaciones del guion ofrezcan demasiadas ocasiones para el lucimiento, especialmente porque la subtrama que se introduce respecto a la relación personal existente entre Legat, Von Hartmann y la novia de este último tampoco añade nada de interés a la historia.

En conclusión, Munich en vísperas de una Guerra es un film bastante apreciable en lo relativo a su vertiente histórica, aunque realmente fallido en su intento de aunar dicha vertiente con los elementos propios del cine de espionaje, por lo que el resultado final dista mucho de ser redondo. No obstante no desmerece un visionado, especialmente por su apartado técnico, y sin duda es una película interesante para los aficionados al cine histórico.

Calificacion: 5,5/10

lunes, 14 de febrero de 2022

La Batalla Olvidada (The Forgotten Battle)


La Batalla Olvidada (2020)


La historia se sitúa en el verano de 1944. Tras la captura de Amberes por las tropas aliadas, el derrumbe del frente alemán en Paises Bajos parece inminente, pero las fuerzas alemanas se hacen fuertes en el Estuario de Escalda, dando lugar a una dura batalla por su captura. En este contexto,  confluyen las historias de tres jóvenes: William un temerario piloto de planeadores de la RAF, Marinus un holandés enrolado en ejército alemán, y Teunjte, hija de un médico local que se verá implicada en las actividades de la Resistencia holandesa.

La Batalla Olvidada es una reciente producción neerlandesa que recrea parcialmente los hechos que rodearon la denominada Batalla del Estuario del Escalda, y la operación Market Garden en 1944. Con un generoso presupuesto para los estándares europeos de 14 millones, ha supuesto la segunda producción neerlandesa más cara de la historia, justo detrás de otra película ambientada en la II GM, El Libro Negro de Paul Verhoeven; corriendo en este caso la dirección a cargo del realizador Matthijs van Heijningen.

En cuanto a la valoración del film, se puede decir que estamos ante una película que, si bien no resulta sobresaliente en ninguno de sus apartados, sí que  raya a buen nivel en todos ellos. En el aspecto técnico cabe destacar tanto la fotografía bastante realista que muestra el film, como la buena recreación de las secuencias bélicas, que raya a un muy buen nivel especialmente en la parte del ataque de los planeadores británicos. Las escenas de acción, pese a no ser muy abundantes, sí que resultan bastante realistas y están bien filmadas.

No obstante, es en el aspecto narrativo donde la película flojea un tanto. Tras un inicio bastante bueno, la narración va perdiendo ritmo conforme avanza el metraje, de  manera que aun sin llegar a aburrir, se nota que el pulso de la historia no termina de ser sostenido; si bien remonta un tanto el vuelo en el tercio final del metraje. Tampoco termina de resultar redondo el desarrollo de los personajes, que resulta más bien plano y tópico, sin que ninguna de las tres historias principales que desgrana el film termine de ser redonda. En ese aspecto hay que decir que el personaje más interesante es el del renegado holandés que combate con los alemanes, por ser el que más profundidad aporta al relato. Las otras dos historias resultan demasiado manidas, si bien los tres actores principales logran mostrar una correcta interpretación de sus respectivos personajes.

En resumen, La Batalla Olvidada se queda en un más que aceptable título bélico, filmado con notable pericia técnica, que destaca sobre todo por su excelente ambientación y fotografía. Los puntos flojos que le restan interés en el desarrollo de la historia impiden que estemos ante un título memorable, pero sin duda merece al menos un visionado por los buenos aficionados al género bélico, y a la historia de la II Guerra Mundial.

Calificacion: 6,5/10

martes, 10 de marzo de 2020

Sobibor


Sobibor (2018)

La historia se sitúa en campo de concentración de Sobibor, en Septiembre de 1943. Tras la llegada al campo de un nuevo tren de prisioneros judíos, la mayor parte de los cuales son gaseados ese mismo dia, el oficial ruso Alexander Pecherski (Konstantin Khabenskiy ), recién llegado al campo junto a otros prisioneros de guerra soviéticos, irá  tomando conciencia de la necesidad de intentar la fuga. Tras presenciar las atrocidades de todo tipo cometidas por los guardianes de la SS contra los judíos del campo, y en especial por el brutal sargento Frenzel (Christopher Lambert), Pecherski decide liderar el plan para lograr una huida masiva de los prisioneros del campo.

Sobibor recrea los hechos históricos relativos al alzamiento y posterior huida masiva de los prisioneros recluidos en el Campo de Concentracion de Sobibor, en Polonia oriental. La fuga, organizada por el prisionero de guerra soviético Sasha Pecherski, tuvo lugar el 14 de Octubre de 1943, y se saldó con la muerte de una decena de soldados de la SS destinados en el campo, junto con la de varios guardianes ucranianos, y con la huida de unos 400 prisioneros, siendo el único caso de fuga masiva de los infames campos de concentración nazis. Pecherski fue de los pocos prisioneros que pudo escapar definitivamente y llegar a territorio amigo, si bien nunca recibió ninguna condecoración por el éxito de su plan de fuga. Hay que decir que no es la primera vez que estos hechos históricos son llevados a la pantalla, ya que existe un muy estimable telefilm producido por la BBC en 1987, titulado “Escape de Sobibor”, que abordó la reconstrucción de los mismos.

En el caso de Sobibor, se trata de una coproducción europea que ha contado con capital ruso, alemán y polaco, nos ofrece una nueva versión de los citados hechos históricos, con la curiosa circunstancia de que el actor protagonista Konstantin Khabenskiy, también fue el encargado de dirigir el film, en su primera experiencia detrás de las cámaras. Puede decirse que el resultado resulta algo irregular. En su primera mitad, dedicada a describir las penalidades que viven los prisioneros del campo y las atrocidades que sufren a manos de sus captores, la película adolece de originalidad y abusa de clichés y lugares comunes que ya se han mostrado en títulos anteriores. En ese sentido, puede decirse que el guión peca por exceso, ya que se reiteran demasiado las escenas dedicadas a mostrar el sufrimiento de los prisioneros, pero en cambio, se descuidan el desarrollo de los personajes y los diálogos.

Como puntos a favor, hay que destacar la buena ambientación y la esmerada puesta en escena, así como que en su segunda mitad, dedicada a narrar la gestación del plan de fuga y la ejecución del mismo, el ritmo narrativo logra levantar el vuelo, y ese tramo de la historia resulta de mayor interés. En el apartado interpretativo hay que decir que los actores cumplen en general con corrección en sus roles, aunque sin que ninguno logre destacar especialmente en su papel, lo cual es lógico, dadas las limitaciones que muestra el guión en lo relativo al desarrollo de los personajes.

En definitiva “Sobibor” resulta un título bastante estimable en sus aspectos formales y visuales, pero simplemente correcto en el apartado narrativo. La película tiene el interés de mostrar una versión actualizada de los hechos históricos que narra, pero está claramente lastrada por su excesivo convencionalismo y por su falta de capacidad para sorprender o emocionar al espectador. Un film simplemente pasable que, bajo mi punto de vista, sale perdiendo en la comparación con el telefim de 1987.

Calificación: 5/10

miércoles, 4 de marzo de 2020

En la Niebla (V Tumane)


En la Niebla (2012)

Bielorrusia, 1942. Tras la ejecución en la horca de unos saboteadores capturados por los alemanes, el mando partisano de la zona sospecha que han sido traicionados por Sushenya (Vladimir Svirskiy), dado que este ha sido puesto en libertad. En represalia por ello, los partisanos Burov y Voitik reciben el encargo de capturar y ejecutar a Susheyna por traición. Sin embargo, la aparición de las milicias fascistas les impide realizar la misión, lo que obligará a los tres hombres a emprender juntos una penosa huida a través de los bosques.

Como he apuntado anteriormente en alguna ocasión, el cine bélico ruso producido en la última ha venido caracterizado principalmente por adoptar un tono marcadamente épico y patriotero. Sin embargo, al igual que ocurrió durante el periodo comunista de la antigua URSS, también aparecen puntualmente otros títulos (normalmente más modestos) de temática  anti belicista. En este caso “En la Niebla” se enmarca claramente dentro de esta segunda corriente que, lejos de narrar los aspectos épicos o patrióticos de la contienda, se centra en describir los desastres de la guerra. En ese sentido esta producción bielorrusa, con guión basado en la novela homónima de Vasiliy Bykov, nos ofrece un relato duro y sin concesiones, sobre unos personajes atrapados entre los dos bandos en conflicto, que por fuerza de las circunstancias se ven obligados a cooperar en un entorno hostil, donde el enemigo no son solo los alemanes, sino también las propias milicias fascistas que colaboran con el invasor.

Partiendo de esa base, la película tiene una primera media hora bastante buena, en la que se cuenta –sin mostrarla directamente- la ejecución de los partisanos y la presentación de los personajes, y la extraña cooperación que se ven obligados a llevar. El problema es que, tras ese primer tramo del metraje, el ritmo de la narración se hace tan excesivamente pausado y contemplativo que en ocasiones llega a desesperar al espectador. Se abusa un tanto de los planos excesivamente largos y continuados, en los que apenas hay diálogos y la acción se limita a ver como los protagonistas caminan por el bosque o paran a descansar.  Esa ausencia de acción no se compensa con una parte discursiva que lo compense de algún modo, ni tampoco se justifica con el efecto de transmitir una mayor intensidad dramática, de modo que es el principal problema que lastra la película.  Pese a ello hay que señalar el acertado uso de sucesivos “flashbacks” que muestran la historia de los tres personajes principales, si bien de estos el único que resulta verdaderamente interesante es el dedicado a Shusenya, ya que los dedicados a los otros dos resultan más bien intrascendentes.

Pese a ello, la historia no deja de tener su punto de interés, por el trasfondo moral que plantea, acerca de cómo en una guerra, los límites entre “amigos” y “enemigos” se vuelven bastante difusos, y también como la desconfianza y la crueldad se vuelven habituales.  También presenta el atractivo de de mostrar el tema del colaboracionismo en los territorios ocupados por los alemanes, un aspecto que no suele aparecer demasiado a menudo en las películas dedicadas a la resistencia. En el apartado interpretativo hay que decir que el trío de actores protagonistas cumple bien en sus respectivos papeles, aunque las limitaciones del guión tampoco les permiten un lucimiento excesivo.

Como conclusión, se puede decir que “En la Niebla” resulta unos de esos films que son más interesantes por lo que cuentan que por cómo lo cuentan, aunque hay que reconocer que la historia presenta una serie de matices narrativos no exentos de interés. Sin duda es una película que de haberse reducido en su metraje habría resultado bastante más redonda y asequible para el espectador medio, pero que en cualquier caso no desmerece un visionado.

Calificacion: 5,5 /10

lunes, 17 de febrero de 2020

La Batalla por Sebastopol (Bitva za Sevastopol)


La Batalla por Sebastopol (2015)

La historia comienza en Kiev, en 1937. La estudiante universitaria Lyudmila Pavlichenko (Yuliya Peresild) realiza unas prácticas de tiro donde muestra una gran habilidad con el rifle. Ello le valdrá para ser enviada a un curso de tiro, y para enrolarse como francotiradora en el Ejército Rojo tras la invasión alemana de la URSS. Tras convertirse en una afamada francotiradora durante las campañas de Odessa y Sebastopol, es enviada junto con una delegación soviética a Estados Unidos en misión propagandística, trabando amistad durante la visita con la esposa del presidente Norteamericano, Eleanor Roosvelt.

Lyudmila Pavlichenko fue una de las escasas mujeres combatientes en la II GM que alcanzó cierta fama internacional por sus hazañas bélicas. De origen ucraniano, Pavlichenko se alistó en el Ejército Rojo al producirse la invasión alemana de la URSS en junio de 1941 y fue destinada al cuerpo de francotiradores, convirtiéndose en pocas semanas en una heroína nacional por su pericia como tiradora. Los dirigentes soviéticos decidieron aprovechar la fama de Pavlichenko enviándola en agosto de 1942 junto a una delegación soviética a EEUU en una gira propagandística, durante la cual trabó amistad con la primera Dama Eleanor Roosevelt, e incluso fue invitada a alojarse en la Casa Blanca durante su estancia. Tras finalizar su servicio en el frente, al ser herida por fuego de mortero en Junio de 1942, se le atribuían a Pavlichenko 309 bajas confirmadas, convirtiéndose en la mujer francotiradora más letal del Ejército Rojo durante toda la contienda. No obstante, después de la guerra surgieron serias dudas respecto a la veracidad de las cifras que se le atribuían, especialmente porque de haber sido ciertas, habría recibido mayores condecoraciones por parte del mando del ejército. Hay que tener en cuenta que durante los meses iniciales de la guerra, la propaganda soviética buscaba desesperadamente figuras militares a las que ensalzar, para subir la moral de la población frente a las continuas victorias alemanas, por lo que no sería de extrañar que las bajas atribuidas por la prensa de la época a Pavlichenko fueran deliberadamente exageradas.

En cualquier caso, “La Batalla por Sebastopol” nos ofrece una semblanza biográfica de la citada francotiradora, centrándose en sus años inmediatamente anteriores a la guerra, y también en su actuacion durante la campaña de Odessa y la defensa de Sebastopol.  Esta película se enmarca dentro de la corriente épica del cine bélico ruso producido en la última década, basada en la narración de historias de heroicidades y hazañas de los militares rusos durante la lucha contra la invasión alemana. No obstante, al menos en este caso es de agradecer que el tono de la narración resulta menos patriotero que en otros títulos similares, y que también se muestre la cara amarga del conflicto. Ese aspecto, junto a la habitual buena puesta en escena de las secuencias de combate condensan los aspectos positivos del film. En cuanto a los negativos, se puede decir que la película falla tanto en el ritmo narrativo, que se hace excesivamente lento, en parte por una presentación del personaje que se dilata en exceso; como por la inclusión de una ficticia (y aburrida) subtrama romántica en forma de triángulo amoroso que se establece entre la protagonista, el médico militar Boris, y su compañero de armas.

También se echa en falta algo más de desarrollo de los personajes, que resultan bastante unidimensionales, aunque al menos si se muestra el estrés postraumático que experimenta la protagonista como consecuencia de sus experiencias en el frente. Pero el problema principal es, como apuntaba, que la historia está desarrollada sin imaginación ni ritmo, y no se incluyen demasiadas escenas de combate, de modo que la película se hace algo larga.

En resumen, La Batalla por Sebastopol es una producción típicamente rusa en el aspecto de la carga patriótica de su argumento, aunque resulta algo más creíble en el aspecto bélico que otros títulos similares. No carece de interés por contar la historia un personaje poco conocido de la II GM, pero en líneas generales no pasa de ser una película simplemente pasable.

Calificacion: 5/10

lunes, 10 de febrero de 2020

Aliados (Allied)

Aliados (2016)

Marruecos francés, 1942. Max Vatan (Brad Pitt) un agente canadiense del servicio secreto británico llega a la ciudad de Casablanca para preparar  un atentado contra la legación diplomática alemana, contando con la cooperación de Marianne Beausejour (Marion Cotillard), una agente francesa infiltrada en las altas esferas de la colonia. Tras la ejecución de la misión, ya de vuelta en Inglaterra, Max contrae matrimonio con Marianne, pero su en principio idílica relación se verá oscurecida cuando surgen sospechas sobre la verdadera identidad de su esposa.

Puede decirse que “Aliados” es el ejemplo paradigmático de como en ocasiones una producción que cuenta con un presupuesto millonario, un director de prestigio y unos actores protagonistas de primera fila no se convierte en una gran película. En este caso, el veterano realizador Robert Zemeckis, el alumno aventajado de Spielberg, contó con un más que holgado presupuesto de 85 millones de dólares, y el respaldo de un gran estudio como la Paramount para sacar adelante el proyecto del film, con el que claramente se quiso rendir homenaje al cine clásico de espionaje producido en Hollywood durante los años 40 del pasado siglo.

Sin embargo, opino que en este caso Zemeckis se quedó a medias, porque Aliados resulta un producto tan pulido e incluso brillante en su forma, como vacío en el fondo.  Se nota que el director quiso preparar cada plano de la película a conciencia, para su disfrute estético por el espectador, lo cual se pone de manifiesto en el exquisito cuidado que se aprecia en la recreación de los decorados y escenarios donde transcurre la acción. En ese aspecto hay que reconocer el virtuosismo técnico del realizador para componer planos visualmente atractivos. Pero, más allá de eso, la película falla en su misma base, ya que el desarrollo de la historia resulta muy plano a la vez que previsible, y la química entre los protagonistas es más bien inexistente. 

De esa forma, la trama avanza de una forma tan lineal como monótona, sin que en ningún momento logre transmitir las necesarias dosis de tensión dramática o intriga, ni logre sorprender al espectador con algún giro argumental inesperado.  Esto se traduce en que la película transmite una permanente sensación de frialdad, sin que las discretas interpretaciones de un Brad Pitt más bien inexpresivo, y de una Marion Cotillard un tanto gris logren hacer que levante el vuelo en ningún momento.  En ese aspecto, además, cabe señalar que el desarrollo de los personajes –tanto principales como secundarios- brilla por su ausencia, siendo este otro lastre para que la narración fluya con un mayor interés.

En definitiva, Aliados se queda al final en un título que ofrece un bonito envoltorio visual y estético, pero bastante falto de contenido. Da la impresión de que Zemeckis, en su empeño estilístico por cuidar la forma, se olvidó completamente del fondo, con lo cual el resultado final dista mucho de ser satisfactorio.  Como película de espionaje adolece de emoción e intriga, mientras que como historia romántica tampoco convence, de forma que resulta un título de esos que se olvidan rápidamente tras su visionado.

Calificacion: 5,5/10

jueves, 6 de febrero de 2020

El Duodécimo Hombre (Den 12. Mann)

El Duodécimo Hombre (2017)

Noruega, Marzo de 1943. Tras un desembarco fallido de un comando de doce saboteadores Noruegos en la costa de su país, todos ellos resultan apresados por los alemanes, a excepción de Jan Baalsrud (Thomas Gullestaad), quien logra escapar por poco a su captura. A partir de ese momento, aunque en principio los alemanes lo dan por muerto, se inicia una implacable caza del hombre liderada por el implacable oficial de la Gestapo Kurt Stage (Jonathan Rhys Meyers), quien pondrá todo su empeño en capturar a Baalsrud a lo largo de su huida con destino a Suecia.

El Duodecimo Hombre es una reciente producción noruega que reconstruye los hechos históricos que rodearon la denominada “Operación Martin”. El objetivo de esta operación era el de desembarcar un comando de 12 soldados noruegos entrenados por el servicio secreto Británico en las cercanías de la ciudad de Bardufoss, situada en el norte del país, con la misión de destruir la torre de control del aeródromo que la Luftwaffe había instalado en la zona. La misión resultó un completo fracaso, al ser interceptado el comando cuando intentaba desembarcar,  ya que por error contactaron con un civil al que confundieron con un miembro de la resistencia local, y este dio parte a los alemanes de la presencia de la embarcación noruega. No obstante, la peligrosa huida de Jan Baalsrud, el único integrante de la misión que pudo escapar, se convirtió en una hazaña bélica nacional, que aún hoy dia es recordada en Noruega mediante una marcha de doscientos kilómetros de recorrido que lleva su nombre.

Esta es la historia que ha sido llevada a la pantalla por el realizador Harald Zwart, en lo que viene a ser un remake de otra producción noruega de 1957, sobre los mismos hechos, titulada “Nueve Vidas”. Entrando a valorar el film, lo primero que cabe señalar es que pese a tratarse de una producción noruega, la ambientación, fotografía y puesta en escena son bastante buenas, equiparables a las producciones norteamericanas. Aparte de esos aspectos formales, la película comienza con un notable ritmo, mostrando la captura del comando noruego y la huida del protagonista, que se convierte en una auténtica odisea por la supervivencia, frente a un enemigo despiadado decidido a darle caza. En ese aspecto, la película no ofrece mucho más aparte del relato de la historia del protagonista, y las diversas penurias que este padeció a lo largo de su dilatada fuga, (que se prolongó durante dos meses), y como fue ayudado por la población local. Pese a esa ausencia de una mayor profundidad argumental, hay que reconocer que la narración sabe mantener el interés.

No obstante, la película tiene un acusado bajón de ritmo a partir de la primera hora de metraje, cuando se narran las semanas que Baalsrud pasó oculto, una parte de la historia que se hace algo larga y que bajo mi punto de vista no termina de estar bien aprovechada; aunque nuevamente remonta el vuelo en su parte final. En el apartado interpretativo, el actor protagonista Thomas Gullestaad compone un papel bastante sólido y creíble como el sufrido Baalsrud, mientras que Jonathan Rhys Meyers, pese a ser un actor un tanto limitado en sus registros, da una buena replica como despiadado oficial de la Gestapo.

En conclusión, El Duodecimo Hombre es una película que cumple con eficacia su cometido de contar con amenidad una historia real y que, sin ser sobresaliente en ningún apartado, se deja ver con interés tanto por sus aspectos visuales como narrativos. No desmerece al menos un visionado.

Calificacion: 6/10

miércoles, 29 de enero de 2020

T-34


T-34 (2018)

Frente Oriental, noviembre de 1941. En una aldea a las afueras de Moscú el teniente Nikolay Ivushkin, al mando de un solitario carro T-34 se dispone a combatir a una compañía de panzers alemanes que se dirige a la capital soviética. Tras un feroz combate contra los tanques del capitán Klaus Jäger, este logra destruir el tanque ruso, capturando a Ivushkin. Tres años más tarde Jäger se reencuentra con su antiguo oponente en un campo de prisioneros, y lo recluta a la fuerza para que tripule un carro T-34 capturado en una simulación de combate contra tanques alemanes, lo que será aprovechado por Ivushkin para planear una arriesgada fuga a bordo del tanque.

Puede afirmarse que el cine bélico ruso ambientado en la II GM producido en la última década presenta dos grandes constantes. Por un lado, son películas que ofrecen un grado de espectacularidad  técnica y visual que nada tiene que envidiar a las producciones de Hollywood; y por otra parte, se centran en narrar historias que ofrecen unas grandes dosis de patriotismo. En ese sentido T-34 no es una excepción, y sigue la senda de otros títulos recientes producidos en Rusia como “Stalingrad” o “Los 28 hombres de Panfilov”. Para la realización de esta película, el director Alexander Sidorov contó con un estimable presupuesto de 10 millones de dólares, logrando además un notable éxito de público en su país. Para la producción se construyeron varios decorados exteriores a escala real, y se reacondicionó y se puso en funcionamiento un auténtico carro T-34 de la IIGM, de modo que ese aspecto de la película está muy cuidado.

Hay que reconocer que T-34 tiene un comienzo trepidante, con la breve presentación de los personajes y la recreación del combate entre carros en la aldea a las afueras de Moscú. Realmente esa primera media hora de metraje resulta espectacular para el espectador, no solo por la perfecta puesta en escena, sino también por el ritmo trepidante de las secuencias bélicas que muestran el enfrentamiento de los panzers de Jager contra el T-34 de Ivushkin, unas escenas filmadas con una excelente intensidad y virtuosismo visual (atención a las ralentizaciones de los proyectiles de los carros), que logran dejar al espectador pegado a la pantalla. Para mi gusto, esos minutos iniciales son de lo mejor que he visto en un film bélico en la última década.

El problema es que, una vez concluye ese primer tramo del film, el interés de la narración va cayendo en picado. Las secuencias que transcurren en el campo de prisioneros resultan demasiado tópicas y en algún caso, inverosímiles. También se introduce con calzador una tópica historia romántica entre Ivushkin y la traductora del campo de concentración, una subtrama que resulta tan claramente forzada, como prescindible. El otro gran lastre de la película es que cuando retoma las escenas bélicas, en la parte dedicada a narrar la fuga y huida de los protagonistas, esta resulta tan absolutamente inverosímil que en algún momento da grima. Por añadidura, el guión rezuma un patrioterismo  absolutamente exacerbado, ya que en algún momento los  personajes rusos parecen capaces de eliminar ellos solos a todo el ejército alemán, lo cual no resulta demasiado asequible para el espectador foráneo. En ese sentido, se puede afirmar que T-34 es la versión rusa (y contraparte) de la hollywoodiense "Fury, Corazones de Acero".

En definitiva, T-34 es un título más que notable y apreciable en su apartado técnico, pero totalmente trasnochado en el aspecto narrativo. Y es una pena, porque sus primeros minutos ofrecen al espectador unas soberbias escenas bélicas. Al final, se queda en un título simplemente pasable, y una historia a todas luces desaprovechada.

Calificacion: 5,5/10

lunes, 20 de enero de 2020

Jojo Rabbit


Jojo Rabbit (2019)

La historia se sitúa en Alemania, en los últimos meses de la II GM. Johannes Beltzer (Roman Griffin Davis), apodado familiarmente “Jojo”, es un niño de 10 años dotado de una gran imaginación, que ingresa en las Juventudes Hitlerianas imbuido de la ideología nazi y que tiene como amigo imaginario al mismo Adolf Hitler (Taika Waititi). Sin embargo, tras resultar gravemente herido por la explosión accidental de una granada, su pensamiento se verá enfrentado con las actividades antinazis de su madre Rosie (Scarlett Johansson) y con el descubrimiento de que esta esconde a Elsa, una adolescente judía en una estancia de su casa.

Jojo Rabbit es una coproducción germano-norteamericana cuya realización ha corrido a cargo del director neozelandés de religión judía, Taika Waititi, conocido principalmente hasta la fecha por dirigir series para la TV. La película, cuyo guión ha sido coescrito por el mismo director, ha supuesto para Waititi un notable éxito de crítica, que le ha valido para hacerse acreedora de 6 nominaciones a los Oscar, incluyendo la de mejor película, convirtiéndose en una de las revelaciones cinematográficas de 2019.

En cuanto a la valoración del film, hay que decir que considero que los elogios de parte de la crítica hacia el mismo me parecen un tanto desmesurados.  Ciertamente el punto de partida que propone Waititi es interesante, la infantilización de Hitler y del nazismo como arma paródica. Sin embargo, el tono de la narración,  que se sitúa a medio camino entre la tragicomedia y la sátira casi caricaturesca bajo mi punto de vista no termina de carburar. Y ello porque a la parte satírica le falta mordacidad e ingenio para ridiculizar realmente al nazismo, mientras que la parte cómica adolece de un humor, en general, demasiado inocuo o “blando” para provocar la risa del espectador. En ese sentido, la mayoría de los gags resultan más simpáticos que realmente graciosos, y eso es algo que definitivamente lastra a la película. En mi opinión, se le podría haber sacado bastante más partido a la premisa argumental que sirve de punto de partida a la historia de haberse profundizado algo más en los aspectos satíricos que se ofrecían, pero el guión no termina de dar con el tono adecuado para ello.

En el apartado interpretativo, los actores principales están correctos en sus respectivos roles, aunque brillan más los secundarios (en especial Sam Rockwell en su papel de “Capitán K”). La interpretación de Waititi como Hitler no desentona, dentro del tono deliberadamente paródico del film, aunque tampoco me pareció deslumbrante, posiblemente lastrado por las deficiencias del guión a la hora de desarrollar los personajes. En general la película se ve con cierto interés, por la originalidad de su planteamiento inicial y por la esmerada puesta en escena, que es uno de los aspectos más destacables del film. Pero en líneas generales a “Jojo Rabbit” le falta algo más de ritmo y de comicidad para llegar a ser una gran película. Al final se queda en un título que se visiona con agrado, pero que decepciona en algunos aspectos. Una película simplemente correcta.

Calificacion: 5,5/10

viernes, 29 de noviembre de 2019

MIDWAY


Midway (2019)

La historia comienza en Diciembre de 1941. Tras el ataque japonés contra la base norteamericana de Pearl Harbor, el Almirante Chester Nimitz (Woody Harrelson) es nombrado Comandante en Jefe de la Flota del Pacífico y destinado a Hawaii con el objetivo de detener el avance nipón. Para anticiparse a las intenciones del almirante Yamamoto, Nimitz contará con la colaboración de su eficiente oficial de inteligencia Edwin Layton (Patrick Wilson) quien, mediante el descifrado de las comunicaciones enemigas, descubrirá el siguiente objetivo de la ofensiva japonesa: la isla de Midway.

Cuarenta y tres años después del estreno de “La Batalla de Midway” (1976), el realizador alemán afincado en Hollywood Roland Emmerich, conocido principalmente por ser el responsable de Blockbusters como Godzilla o Independence Day, ha sido el encargado de dirigir esta nueva y actualizada versión cinematográfica sobre la famosa Batalla de Midway. En la misma, la flota norteamericana obtuvo una victoria decisiva, destruyendo por completo la agrupación de portaaviones del almirante Nagumo, lo que sirvió para detener definitivamente el avance japonés en el Pacífico central, y a la postre supuso un decisivo punto de inflexión en la Guerra del Pacifico.  

En cuanto a la valoración de la película, hay que decir que estamos, para lo bueno y para lo malo, ante un título con el sello propio de las producciones de Emmerich. Entre los aspectos positivos cabe destacar, sin duda, los sobresalientes efectos visuales del film, que dotan de un brillante realismo a las secuencias bélicas, y la cuidada puesta en escena, que lograr recrear con notable fidelidad los escenarios donde se desarrolla la historia.

No obstante, es en el aspecto narrativo donde la película patina en varios aspectos. En primer lugar por el tono descaradamente patriotero que adopta el guion a la hora de abordar los hechos históricos. Es cierto que no se omite del todo la perspectiva japonesa (que se muestra principalmente a través de los diálogos del Almirante Yamamoto), pero en muchos aspectos, el guion resulta un pastiche de propaganda yanqui. Tampoco ayuda que –a diferencia de la película de los 70, que se centraba más en los hechos históricos generales-, en esta ocasión se intercalan en el contexto de la batalla distintas historias personales de varios “héroes anónimos” americanos (sobre todo, pilotos navales) dispuestos a dar la vida por la patria, con el evidente objetivo de resaltar la valentía de los militares estadounidenses. De ese modo, el clímax de la narración nos muestra, con muchas dosis de épica, la destrucción de los portaaviones japoneses a manos de los bombarderos en picado americanos, sin embargo, el contraataque japonés que logró poner fuera de combate al Yorktown prácticamente ni aparece en la pantalla, en un evidente ejemplo de maniqueísmo que le resta valor al conjunto del film.

Se echa en falta, por ejemplo, algún componente narrativo dedicado a los horrores de la guerra, y que se humanizara en mayor medida al enemigo, algo que el guion del film prácticamente obvia casi por completo. En ese sentido, la película de Emmerich parece optar por un estilo narrativo que adolece de profundidad argumental y de desarrollo de los personajes, que se antoja absolutamente desfasado en la actualidad. En definitiva, Midway es un producto brillantemente terminado en sus aspectos técnicos y visuales, pero decepcionante en el apartado narrativo. En mi opinión, Emmerich no logra superar a la película de los 70, que sin ser una maravilla, sigue siendo mejor que esta nueva recreación cinematográfica de la famosa batalla del Pacífico.

Calificación: 5/10

domingo, 14 de octubre de 2018

El Capitán (Der Hauptmann)

El Capitán (2017)

Alemania, Abril de 1945. Tras desertar y escapar por poco de la persecución de la policía militar, el cabo Willi Herold descubre por casualidad un uniforme de capitán de la Luftwaffe en un coche abandonado. A partir de ese momento, Herold aprovechará dicho uniforme para hacerse pasar por un oficial en misión informativa tras la línea del frente por encargo de Hitler, y tras reclutar a un grupo de desertores, utilizará su falso rango para perpetrar todo tipo de atrocidades durante las últimas semanas de la guerra.

El Capitán es un reciente film alemán escrito y dirigido por el realizador germano Robert Schwentke, un cineasta conocido principalmente por haber dirigido algunos films comerciales en EEUU como “Plan de vuelo: Desaparecida”. En este caso, el guión se basa en un hecho real acontecido en las últimas semanas de la guerra en Europa, cuando el cabo Herold, -apodado “El verdugo de Emsland”- suplantando la identidad de un oficial de la Luftwaffe, se puso al frente de un nutrido grupo de desertores a los que llevó a cometer varios crímenes, ejecutando a decenas de prisioneros alemanes internados en un campo militar, y también a civiles acusados de derrotismo. Tras ser capturado por la policía militar alemana, fue juzgado por sus crímenes, pero pudo escapar aprovechando el caos de los últimos días de la contienda, aunque posteriormente sería capturado por los británicos y juzgado por crímenes de guerra, siendo condenado a muerte y ejecutado en noviembre de 1946.
En cuanto a la valoración del film, hay que decir que “El Capitán” es una película irregular. Los aspectos técnicos están muy logrados, destacando la impecable fotografía en blanco y negro que dota a la historia de un apreciable grado de realismo casi documental. También son destacables la ambientación y puesta en escena del film, que cuenta además con una sólida interpretación de su protagonista Max Hubacher. La historia arranca con fuerza, con una interesante presentación del personaje principal, y una primera hora de metraje que se conduce con agilidad y buen pulso narrativo.
 
Lamentablemente, la segunda mitad de la película no mantiene el nivel de la primera, ya que en vez de profundizar en el desarrollo sicológico de los personajes o de sus motivaciones para actuar como lo hacen, cae en la reiteración narrativa de mostrar más escenas de crímenes, lo cual redunda en un acusado bajón de ritmo en esa segunda parte del metraje. Tampoco ayuda el recurso tópico de mostrar varias secuencias “fellinianas” para remarcar los excesos alcohólicos y carnales de los protagonistas, ya que el mismo no sirve para dotar de una mayor profundidad a la historia; la cual, como apuntaba, adolece de un acusado esquematismo en el desarrollo de unos personajes que daban para algo más. Tampoco se terminan de aprovechar los distintos temas que se apuntan (el absurdo de la guerra, el poder de las apariencias, el dilema entre moral y deber de obediencia), por lo que la impresión final es que no se terminan de exprimir a fondo todas las posibilidades que ofrecia la historia que sirve de base al guión de la pelicula.

En definitiva, El Capitan es un título que sin ser del todo redondo, sí le ofrece al espectador una historia interesante, aunque no del todo bien desarrollada. Un film muy apreciable en sus aspectos técnicos, pero no del todo aprovechado desde el punto de vista argumental, pese a lo cual desde luego no desmerece un visionado.

Calificacion: 6/10
 

jueves, 5 de abril de 2018

Churchill

Churchill (2017)

Inglaterra, 1944. Pocos días antes del comienzo de la Operación Overlord, el desembarco aliado en las playas de Normandia, el Primer Ministro británico, Winston Churchill (Brian Cox) se muestra cada vez más inquieto ante un posible fracaso de la operación.  Ello le llevará a intentar preparar otros planes alternativos al desembarco en Francia, enfrentándose frontalmente con el General Eisenhower y la cúpula militar del Mando Aliado, decidida a seguir adelante con la preparación del Dia D.

Parece ser que la figura histórica de Winston Churchill sigue siendo en la actualidad un auténtico filón cinematográfico, pues este film se estrenó con pocos meses de diferencia respecto a otra película basada en la biografía del célebre Primer Ministro, “El instante mas oscuro”, si bien esta última se centraba en el periodo posterior al nombramiento de Churchill como Primer Ministro en 1940, y la retirada de Dunkerke.

En este caso, nos encontramos ante una producción británica, relativamente modesta, que ahonda en la historia de un periodo muy concreto  del personaje, en concreto, se centra en los 4 días inmediatamente anteriores al Dia D. En ese sentido, la película nos muestra un Churchill terriblemente atenazado por la responsabilidad, por momentos al borde la depresión, y sobre todo, horrorizado ante la perspectiva de que el desembarco acabara en una masacre de las tropas aliadas. Desde un punto de vista histórico la película no resulta ser del todo creible, ya que si bien es cierto que durante 1943 y principios de 1944, Churchill hizo todo lo posible por demorar la Operación Overlord, en los meses inmediatamente anteriores al inicio de la misma ya había aceptado totalmente el plan. Por eso, las escenas en las que parece que Churchill literalmente quería sabotear el inicio de la operación, se antojan bastante poco verosímiles.

Entrando a valorar el film, hay que decir que este se apoya sobre todo en la sólida interpretación de Brian Cox en el papel de Churchill, en un papel que se nota interiorizado, y en la que el actor ofrece todo un repertorio de interesantes matices. Además, está muy bien secundado por  Miranda Richardson en el papel de su sufrida esposa, Clementine. Pero el buen hacer del dúo protagonista no es suficiente para sostener los 105 minutos de metraje, ya que en el resto de apartados la película no ofrece nada especialmente original ni estimulante para el espectador. De modo que la historia transcurre con un moderado interés, aunque sin que consiga levantar realmente el vuelo en ningún momento, porque tampoco hay un clímax narrativo que sirva para dotar de mayor intensidad al relato. Dado que las escenas de acción brillan por su ausencia, la narración se sostiene en torno a la parte discursiva de la historia, la cual resulta bastante irregular con algunas escenas inspiradas (sobre todo las que comparten Churchill y Clementine) y otras que oscilan entre lo insulso y lo poco creíble, con algún que otro exceso melodramático.

En resumen, aunque está claro que “Churchill” no se puede considerar una gran película en su conjunto, es un título que se ve con cierto interés, aunque decepcione en más de un aspecto. Desde luego, de no haber contado con Brian Cox como protagonista, muy probablemente habría resultado un producto mucho peor, pero la buena actuación de aquel y algún momento inspirado la salvan en cierta medida.

Calificación: 4,5/10

jueves, 22 de marzo de 2018

Los 28 hombres de Panfilov (Dvadtsat vosem panfilovtsev)

Los 28 Hombres de Panfilov (2016)

Frente Oriental, Noviembre de 1941. Mientras las fuerzas alemanas se preparan para iniciar su última ofensiva en dirección a Moscú, un grupo de soldados del Ejército Rojo se dispone a defender su estratégica posición en las afueras de la capital frente a los tanques enemigos. Pese a ser conscientes de su inferioridad numérica y material, los defensores se muestran dispuestos a detener el ataque enemigo a cualquier precio.

Desde la época del régimen soviético hasta nuestros días, pueden distinguirse dos grandes corrientes dentro del cine bélico ruso dedicado a la II GM. Una, de tipo épico-patriotero, centrada en describir las hazañas de los soldados del Ejército Rojo durante la denominada “Gran Guerra Patria”, y otra, más minoritaria (pero de mayor calidad) de tintes mucho más antibelicistas, dentro de la cual podemos citar títulos notables como “La infancia de Iván” o “Masacre, ven y mira”.

Decididamente “Los 28 Hombres de Panfilov” se encuadra dentro de la primera corriente, la de exaltación patriótica de las hazañas militares rusas, cosa que no es de extrañar en un contexto histórico como es el del régimen de Putin, que ha hecho del nacionalismo unas de sus banderas. La película se basa en un hecho real, pero que fue distorsionado por la propaganda soviética de la época.

Concretamente, el film recrea los combates de una parte de la 316ª División de Fusileros del Ejército Rojo, comandada por el General Panfilov, en la estratégica carretera de Volokolamsk frente a las tropas alemanas durante la segunda fase de la ofensiva contra Moscú. Los defensores de la 316ª Division combatieron a las tropas enemigas entre el 15 y 16 de Noviembre de 1941, hasta que sus posiciones fueron superadas por los atacantes. Pocos días después, la prensa soviética publicó diversas informaciones afirmando que los últimos 28 hombres de una de las compañías de la división habían luchado hasta la muerte destruyendo 18 tanques alemanes, y retrasando el avance de la 11ª Division Panzer. Los estudios posteriores a la guerra indicaron que lo más probable es que dicha historia sea apócrifa o como mínimo muy exagerada, ya que de hecho el alto mando soviético tuvo que enviar refuerzos a la zona para contener el avance alemán. En cualquier caso, se ve que los productores del film decidieron aplicar el viejo aforismo cinematográfico que dice que “No dejes que la verdad te estropee una buena historia”.

Entrando a valorar la película, hay que reconocer que el apartado técnico es absolutamente sobresaliente, con una puesta en escena que recrea a la perfección el atrezzo militar de la época, incluyendo los tanques alemanes Panzer III y IV. Ese aspecto, junto al tremendo realismo de las secuencias de acción bélica condensan las mejores virtudes del film. Sin embargo, la excelencia técnica no va acompañada de una historia sólida que la respalde, porque básicamente el film se queda en un pastiche de propaganda patriótica. No se muestran para nada los aspectos oscuros del régimen estalinista (en aquellas semanas de 1941 muchos oficiales fueron amenazados con el fusilamiento si retrocedían), los diálogos se centran en destacar la valentía y arrojo del soldado ruso, y el desarrollo de los personajes es muy esquemático. De hecho, si se obvía la falta de exaltación de la ideología comunista, el guion la película podría haber sido perfectamente un producto de la época anterior a 1989.
En conclusión, se puede afirmar que “Los 28 Hombres de Panfilov” merece la pena verse por su virtuosismo técnico y por la recreación de la parte bélica de la historia, pero en cuanto a su valor cinematográfico (o incluso histórico) hay que decir que este es más bien escaso.

Calificación: 5/10

viernes, 16 de marzo de 2018

El Hombre del Corazon de Hierro (The Man with the Iron Heart)

El Hombre del Corazón de Hierro (2017)

Relato biográfico acerca de Reinhard Heydrich (Jason Clark), que abarca desde sus primeros tiempos como oficial de la marina, su expulsión del cuerpo y posterior boda con Lina Heydrich (Rosamund Pike), hasta su imparable ascensión dentro de la SS, y su muerte tras el atentado sufrido manos de un comando checoslovaco en Praga en 1942.
 
Ya he comentado en alguna ocasión en el blog que los hechos que rodearon al atentado contra la vida de Reinhard Heydrich (la denominada Operación Antropoide) han sido un filón cinematográfico. Y es que con anterioridad a esta nueva revisión de dichos hechos históricos, ya existían cuatro grandes producciones sobre los mismos. Sin ir más lejos, el estreno en 2016 de la última película sobre Heydrich, “Operación Anthropoid”, obligó a la productora del film a retrasar su estreno a 2017, para que ambos títulos de temática tan similar no coincidieran en la cartelera.

Por tanto, es evidente que a estas alturas resultaba difícil ofrecer algo novedoso sobre el personaje principal. En este caso, “El Hombre del Corazón de Hierro” parte de un guión basado en la novela del escritor Laurent Binet titulada “HHhH” (acrónimo en alemán de “El cerebro de Himmler se llama Heydrich”) que intenta ofrecer una visión más cercana de la biografía del personaje.  De este modo, se distinguen en la película dos partes claramente diferenciadas. En su primera hora, la narración se centra en contar la historia del personaje de Heydrich, sus relaciones personales, y ascenso al poder, mientras que en la segunda mitad, la película pasa a desgranar la preparación y ejecución de su atentado en Praga.

El problema en este caso es que la película pretende abarcar demasiados hechos en poco tiempo y la verdad es que, al final, se queda a medio camino. La parte biográfica del protagonista no resulta excesivamente espectacular, pero sí medianamente interesante por estár mucho menos trillada que la revisión del atentado. No obstante, dicha parte adolece de dos defectos; el primero, que se condensan muchos años de su vida en poco tiempo, de modo que el desarrollo de la historia y personajes se antoja muy esquemático; y, en segundo lugar, que el actor que da vida a Heydrich, Jason Clark, no termina de transmitir la mezcla de inteligencia, frialdad y crueldad del personaje que encarna en la pantalla. En cuanto a la segunda parte de la narración, centrada en el atentado, tampoco ofrece nada especialmente estimulante, ya que viene a reiterar casi punto por punto, lo que ya aparece descrito (y de mejor manera) en Operación Anthropoid, de modo que resulta prácticamente redudante si se ha visto la primera película.
 
En definitiva, se puede concluir que El Hombre del Corazón de Hierro” desperdicia una buena ocasión que se ofrecía para haber profundizado algo más en el personaje de Heydrich, especialmente en lo relativo su personalidad y motivaciones. En vez de ello, el film prefiere optar por un rutinario relato biográfico mezclado con elementos de thriller de acción en la recreación del famoso atentado de Praga. Y aunque el resultado final no es del todo negativo, sobre todo por los estimables aspectos formales de la película, en conjunto estamos ante un título que no resulta especialmente brillante ni memorable, aunque parte de una historia que podía haber sido mejor desarrollada.

Calificación 5/10

jueves, 22 de febrero de 2018

El Instante más Oscuro (Darkest Hour)


El Instante más Oscuro (2017)
Mayo de 1940. El fracaso de la invasión aliada de Noruega precipita la caída del gobierno del Primer Ministro Neville Chamberlain, tras lo cual el Rey Jorge VI llama a Winston Churchill (Gary Oldman) a ocupar el cargo. En las semanas posteriores, Churchill se verá enfrentado a varias crisis provocadas por las derrotas militares en Francia, y a las enormes presiones políticas para negociar la paz con Hitler. Pese a ello, Churchill se muestra decidido a continuar la lucha, a cualquier precio.
 
Siguiendo la estela de la reciente “Dunkerke”, esta producción británica nos ofrece un nuevo acercamiento a los dramáticos sucesos históricos que siguieron a la invasión alemana de Francia, y la posterior derrota de los ejércitos aliados, esta vez desde el punto de vista del celebérrimo Primer Ministro británico, Winston Churchill. Una temática ya tratada en otras producciones anteriores como el muy estimable telefilm de HBO, “Amenaza deTormenta”.
 
En líneas generales, la película ofrece lo que promete, un retrato histórico del personaje de Churchill enfrentado a una de las mayores crisis de su país, cuando Gran Bretaña se quedó sola frente a los victoriosos ejércitos alemanes. Desde el punto de vista histórico la película es correcta, si bien opino que el retrato que se hace del protagonista es demasiado panegírico, y que se echa en falta que se hubieran mostrado algunos de los aspectos menos rutilantes de su personalidad.  En cuanto a la actuación de Gary Oldman como Winston Churchill, bastante elogiada por la crítica, he de decir que a mí me pareció simplemente correcta, y en algún momento, un punto sobreactuada. Sí que rayan a muy buen nivel los actores secundarios de la película, especialmente Kristin Scott Thomas en su papel de Clementine Churchill.
 
Entre los aspectos positivos, se puede destacar la recreación histórica del film que, sin ser deslumbrante, sí que resulta bastante cuidada, con una esmerada puesta en escena, si bien la mayor parte del film transcurre en decorados interiores. Desafortunadamente, la película flaquea en varios aspectos que hacen que la historia no llegue a terminar de carburar. El primero (y principal) es que el guion resulta demasiado poco imaginativo, y abusa de clichés y recursos fáciles que le restan dramatismo y ritmo a la narración. Otro punto poco afortunado es la introducción de algunas “licencias dramáticas” que intentan –sin conseguirlo- enriquecer los hechos históricos; en especial la escena de Churchill dialogando en el metro con un grupo de ciudadanos anónimos sobre la conveniencia de proseguir la guerra contra la Alemania nazi. Una escena sin base histórica alguna, y que destila un descarado tono de exaltación patriotera, que en mi opinión no era necesaria para dotar de emoción a la historia. Todo ello se traduce en que el film adolece de un ritmo adecuado para imprimirle viveza a la historia, especialmente en la segunda mitad del metraje, y que no logra transmitir al espectador todo el carisma del personaje principal.

En definitiva, La Hora más Oscura se queda en un título correcto en sus aspectos formales, pero poco atractivo en el plano narrativo. Seguramente de haber contado con un guión más esmerado se hubiera transmitido mucho mejor el verdadero calado histórico de Winston Churchill, por lo que finalmente se queda en un biopic pasable, pero no brillante. Desde luego a estas alturas se echa en falta alguna aportación mayor a lo ya visto anteriormente.

Calificación 5,5 /10

martes, 1 de agosto de 2017

Dunkerque (Dunkirk)



Dunkerque (2017)
 
Dunkerque, junio de 1940. Mientras miles de soldados británicos y franceses intentan escapar del cerco alemán y ser evacuados a Inglaterra, varios personajes se ven envueltos en la lucha. El soldado empeñado en escapar a toda costa de la playa, el oficial de la Royal Navy decidido a rescatar a todos los soldados cercados; los pilotos de la RAF que combatieron sobre el Canal de la Mancha, o los civiles anónimos que se dirigieron a  Dunkerque en sus embarcaciones de recreo particulares para colaborar en las tareas de rescate.
 
Con el estreno de Dunkerque, película que ha supuesto el décimo largometraje del afamado realizador británico Christopher Nolan, se ha venido a cubrir un importante vacio en cuanto a los grandes acontecimientos bélicos de la II GM dentro del Séptimo Arte. Y es que, hasta la fecha, exceptuando una modesta producción británica de los años 50, y el film francés “Fin de semana en Dunkerque”, el cine apenas había mostrado interés en reflejar los sucesos de la denominada Operación Dynamo, la evacuación de la bolsa de Dunkerque y el rescate de más 300.000 soldados anglo-franceses que fueron cercados en la misma, como consecuencia del veloz avance alemán hacia las costas del Canal de la Mancha en 1940.
Entrando a valorar el film, creo que el mismo pueden distinguirse dos partes perfectamente diferenciadas. Una, el apartado técnico e histórico, que es absolutamente sobresaliente e incluso, apabullante. Se nota que Nolan ha dispuesto de un muy generoso presupuesto, que le ha permitido recrear con absoluta fidelidad los escenarios de Dunkerque en 1940. Es de agradecer por otra parte que para la realización del film no se haya recurrido a los habituales efectos especiales generados por ordenador, empleando en su lugar barcos y aviones reales, lo cual redunda claramente en beneficio de la credibilidad de las escenas bélicas. Ello, unido a unos espectaculares efectos de sonido y el empleo de cientos de extras, logran que efectivamente el espectador se sumerja por momentos en los escenarios y ambientes que muestra la película.
Sin embargo, pese a los brillantes aspectos técnicos de la producción, hay que decir que la película flojea –y no poco- en el apartado narrativo. El carácter episódico de la historia, que va alternando entre los distintos punto de vista de los protagonistas impide que el espectador llegue realmente a empatizar con ellos. Se echa bastante en falta que los elementos puramente históricos del guión se hubieran aderezado con algún tipo de dilema moral o incluso con unas mayores dosis de intensidad dramática. La ausencia de estos elementos hace que la historia en su conjunto resulte más bien aséptica para el espectador. Además, dicho carácter excesivamente académico de la narración, impide que las interpretaciones de los actores logren levantar el vuelo, lo que redunda aun más en al frialdad del conjunto de la historia.
 
En definitiva, aunque Dunkerque nos ofrece un brillante espectáculo visual, por momentos vibrante, no es menos cierto que la parte narrativa decepciona en más de un aspecto. Por ello, se puede decir que Dunkerque será un título apreciado por los amantes del cine bélico, pero que dista mucho de poder estar a la alturas de los clásicos del género.

Calificacion 6,5/10

jueves, 29 de diciembre de 2016

Ciudad 44 (Miasto 44)

Ciudad 44 (2014)

Varsovia, verano de 1944. Durante las semanas previas al levantamiento de Varsovia, el joven Stefan Zawadzki vive el comienzo de un incipiente romance con la bella enfermera Biedronka. De forma paralela, mientras estrecha sus lazos de amistad con varios miembros de la resistencia polaca, se sentirá simultáneamente atraido por una miliciana llamada Kama. Tras unirse al ejército clandestino polaco justo antes de producirse el levantamiento armado, Stefan será testigo, en compañía de Biedronka, de la sangrienta y desesperada lucha de los rebeldes polacos contra los alemanes, así como de la inevitable destrucción de Varsovia en el curso de los combates.

Ciudad 44 es una producción polaca, escrita y dirigida por el realizador de esa nacionalidad Jan Komasa. La película reconstruye los acontecimientos históricos que rodearon el Levantamiento de Varsovia en Agosto de 1944, cuando el Armia Krajowa, el ejército clandestino polaco leal al gobierno en el exilio, se levantó en armas contra los ocupantes alemanes, esperando hacerse con el control de la ciudad antes de la llegada de los ejércitos soviéticos.  Este es un tema que ya había sido llevado anteriormente al cine, como en la producción del director Andrzej Wajda Kanal, estrenada en 1957;  apareciendo también relatado, si bien de forma más tangencial, en la película del famoso realizador polaco Roman Polansky El Pianista 

En cuanto al análisis del film, hay que decir que Ciudad 44 ofrece al espectador varios aspectos destacables. Entre ellos se puede mencionar la impecable labor de recreación de los escenarios donde transcurre la película, la cuidada ambientación, y la buena factura técnica de las escenas bélicas, que funcionan bastante bien en pantalla.  Asimismo, la película ofrece una visión  bastante completa de los hechos históricos que narra, empleando el recurso de desplazar a los protagonistas a través de los distintos sectores por los que discurrió la lucha armada en Varsovia, mostrando de ese modo la crueldad de la represión alemana contra los polacos, y progresiva destrucción de la ciudad.
No obstante, las buenas virtudes que muestra el film en el aspecto técnico e histórico no se ven reflejadas en el aspecto narrativo. Y ello se debe principalmente a que los personajes principales resultan demasiado planos, además de estar muy desdibujados, sin que se llegue a profundizar realmente en ninguno de ellos, lo cual hace que el hilo conductor de la historia flojee en más de un momento. Tampoco me terminó de convencer la subtrama romántica, con un triángulo amoroso de fondo, que no aporta absolutamente nada a la historia y que a mi pareció muy torpemente desarrollada. En el apartado interpretativo, el pobre desarrollo de los personajes impide que ninguno de los actores principales, todos ellos desconocidos a nivel internacional, pueda brillar en sus respectivos papeles,  de forma que se limitan a cumplir en unos roles que daban mucho más de sí. Un punto que sí me pareció acertado es el de la dramática resolución del desenlace, que logra elevar un tanto el tono general de la historia.

En resumen, Ciudad 44 es un título que funciona con eficacia como vehiculo para relatar los hechos históricos que describe, pero al que le hubiera hecho falta un guión algo más pulido y, sobre todo, unos personajes de mayor calado, para haber sido una gran película. Pese a ello, y quitando algún bajón de ritmo puntual, se deja ver con interés.
Calificación: 6/10